jueves, 19 de junio de 2008

Argentina ante una gran paradoja


Los acontecimientos por los que está atravesando Argentina actualmente impulsan mi necesidad de reflexionar por qué estamos como estamos.

Escuchamos en forma constante que dos modelos de país están en pugna, cada uno con una visión diferente sobre la realidad.

La razón nunca es completa como tampoco la verdad es absoluta y unilateral. Construir desde el disenso, la discusión y el análisis no debería ser contraproducente ni perjudicial para el país, todo lo contrario.

Somos testigos de los mercados y oportunidades que vemos desaprovechar y de sus consecuencias económicas para con la Nación toda. Ahora, ¿quiénes son responsables por estas pérdidas?

Creo que todos. La sociedad en su conjunto. El campo, la industria, el comercio, el Gobierno, etc. La responsabilidad es compartida, tanto por acción como por omisión.

Cortar una ruta, interrumpir el tránsito de otra persona, mercaderías, bienes, es algo por lo menos reprochable en una sociedad civilizada. El tomar de rehén al ciudadano en un piquete estimo no solucionará nuestros problemas estructurales. Tiene que surgir otra alternativa. Debe haber otro camino.

Ser solidarios en las ganancias pero no en la pérdidas de los sectores productivos tampoco es una opción constructiva por parte de los gobernantes de turno. Además, el sistema de reintegros y/o subsidios hacia la producción primaria no hace más que poner en riesgo la voluntad de producir por y para el país, ya que los tiempos de esta modalidad burocrática son diferentes de los tiempos que el beneficiario necesita.

¿Quién tiene razón? ¿Qué argumentos son más válidos o importantes?

Seguimos encerrados en nuestra propia necedad, inmadurez e intolerancia. Tenemos inmensos recursos, tanto humanos como productivos, para lograr posicionar a nuestro país en un lugar de privilegio dentro del contexto mundial que nos toca vivir.

¿Qué nos falta para articular el andamiaje? ¿Cuál será el motivo oculto de divorcio entre los sectores que conforman nuestra sociedad?

Apelemos a la razón, a la buena voluntad y al sentido común para encontrar una salida consensuada, donde cada parte ceda un paso y la Argentina pueda empezar a caminar escalón por escalón, que es, en definitiva, lo que todos queremos y nos merecemos.

Autor: Carlos Lowenstein.

martes, 17 de junio de 2008

Oportunidades perdidas: en Uruguay el novillo pesado superó los 3,0 u$s/kg gancho y la soja llegó a 520 u$s/t



Se trata de dos productos que no se consumen en los mercados internos rioplatenses. En el mercado argentino el novillo de exportación se ubica en un rango de 2,25 a 2,30 u$s/kg gancho, mientras que la soja disponible en Rosario se ofrece en unos 285 u$s/tonelada. Además, en el vecino país los tamberos reciben entre 0,45 a 0,50 u$s/litro.

Uruguay, una nación con una extensión territorial inferior a la de la provincia de Buenos Aires, se está transformando en un espejo de todas las oportunidades perdidas por el sector agroindustrial argentino a partir del conflicto disparado por la introducción del esquema de retenciones móviles agrícolas.

El valor de los novillos pesados especiales en el mercado uruguayo superó ya los 3,0 u$s/kg gancho a levantar del campo, mientras que los novillos livianos cotizan en un rango de 2,90 a 2,95 u$s/kg, según un informe de la consultora oriental Blasina & Tardáguila.

“La oferta de ganado pesado es mínima, tanto novillos como vacas, por lo que la dispersión en los precios es grande y se dificulta manejar cotizaciones fluidas de mercado”, apuntó el informe difundido ayer lunes.

“Para las vacas pesadas la dispersión en aun mayor, pero se están haciendo negocios por 2,60 a 2,70 u$s/kg, mientras que las vacas livianas en torno a los 400 kilos se venden entre 2,40 y 2,50 u$s/kg”, añade.

En la región pampeana argentina, luego de las fuerte restricción a la exportación de productos cárnicos bovinos implementada por el gobierno nacional desde abril pasado, el valor del novillo pesado se mantiene planchado en torno a un valor de 2,25 a 2,30 u$s/kg gancho.

Por otra parte, ayer lunes se realizó en el Hotel Sheraton de Montevideo un nuevo remate por pantalla (televisión + Internet) de Plaza Rural, en el cual se comercializaron 3526 terneros a un valor promedio de 1,452 u$s/kg en pie con un máximo de 1,620 u$s/kg y un mínimo de 1,280 u$s/kg. En la región pampeana argentina el valor pagado por los terneros oscila entre 1,10 y 1,20 u$s/kg en pie.

En cuanto a los granos, ayer lunes en el vecino país por la soja disponible se pagó entre 515 y 520 u$s/tonelada con entrega en Nueva Palmira, al tiempo que los forwards mayo 2009 cotizaron en un inicio a 500 u$s/t, aunque luego –a partir de la toma de ganancias registrada en el CBOT– las ofertas cayeron hasta los 490 u$s/t.

“La ausencia de oferta de Argentina es un factor adicional que presiona las cotizaciones, además del interés por las ya escasas partidas de soja que quedan disponibles”, indicó el informe de Blasina & Tardáguila.

En el mercado de influencia de Rosario (Up River) la semana pasada las ofertas de soja disponible se ubicaron por lo general en unos 285 u$s/tonelada (puesta en destino), al tiempo que el mercado de forwards y de contratos futuros de soja en el Matba y el Rofex desapareció luego de la introducción –en marzo pasado– del esquema de retenciones móviles.

En lo que respecta a la lechería, un informe oficial de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria del Ministerio de Ganadería de Uruguay indicó que en abril pasado el valor promedio de la leche recibido por el tambero oriental fue de 0,42 u$s/litro, una valor 96% superior al del mismo mes de 2007. En el presente mes de junio, según fuentes privadas, los valores pagados se encuentran ya en un rango general de 0,45 a 0,50 u$s/litro.

En el mercado argentino, el valor de la leche pagada al tambero, con subsidios oficiales incluidos (cuyo pago se descontinuaría en el segundo semestre de 2008) se ubica en general entre 0,27 y 0,29 u$s/litro. Los precios permanecen planchados desde fines de 2007 debido a las fuertes restricciones aplicadas por el gobierno nacional a la exportación de lácteos; además, las principales firmas lácteas reciben millonarias compensaciones oficiales (subsidios) a cambio de no pagar a los tamberos más de determinado valor tope por la leche.

FUENTE: INFOCAMPO

ARGENTINA: Por la pelea con el campo se perdieron US$ 3.400 millones


A Miguel Bein se lo considera el campeón de los aciertos económicos. Desde que el Banco Central puso de moda las estimaciones de los economistas y elaboró un ranking, la consultora del ex viceministro de la gestión Machinea se llevó los laureles. Preste atención a sus proyecciones para este año: crecimiento 7,5%, inflación 22% y el dólar en torno a $ 3,20 a fin de año.

En su visión, la pelea con el campo es el mayor conflicto sectorial del que se tenga memoria. Y arriesga que no va a tener solución. Pese a ser una pelea que se desató por "los últimos cinco puntos de las retenciones, la crema del postre, a partir de la fuerza que el campo verificó que tiene, este reclamo sectorial no nos va a abandonar".

-¿Qué siginfica esta pelea en términos del PBI?, le preguntó ayer Clarín

-Al sacarle las rutas a la economía, la producción se resiente mucho. Hasta ahora está costando un punto del PBI, unos 3.400 millones de dólares para un producto que alcanzará 340.000 millones.

-Distintos economistas anticipan que en 2009 se va a crecer entre 2 y 3%. ¿Cuáles son sus proyecciones?

-Los que arriesgan esos pronósticos no sabe de qué hablan. Miran demasiado la cotidianeidad de los piquetes, en vez de mirar el mapa económico mundial. Es cierto que siempre es posible transformar cualquier situación en un desastre. Pero la economía argentina tiene una gran fortaleza en esta coyuntura internacional. En 2009 vamos a crecer entre 5 y 6%.

-¿Eso significa que dejamos atrás las tasas chinas de crecimiento? -Efectivamente abandonamos la zona de crecimiento del 8,5%. Pero se trata de una economía que se acerca al pleno empleo.

-De acuerdo con sus mediciones, ¿cayó la demanda, cambiaron las expectativas?

-Pasó todo eso, pero no significa que la economía no pueda arrancar de nuevo por el contexto internacional. No hay un problema de destrucción de riqueza. Se frenó la actividad en centenares de localidades del interior y se dañó la confianza del consumidor y las expectativas de los agentes económicos. Pero la soja que no se vendió saldrá al mercado más tarde.

-Sin embargo, la tasa de interés subió fuerte y pone en riesgo la actividad...

-Afectó lo financiero. Estamos en un trimestre en que el Banco Central debería haber aumentado las reservas en US$ 3.000 millones, en lugar de aumentar esos 3.000 millones, los perdió. Esos 6.000 millones de dólares de diferencia, se dividen de esta forma: 3.000 millones es la cosecha que está en el campo sin vender. A los otros 3.000 millones los compraron agentes económicos asustados. Por cada tonelada de soja que no sale al mercado hay un equivalente en dolares que compra la población.

-Hay quienes comparan esta crisis con la del 2001...

-Hay una extraordinaria diferencia y tiene que ver con la situación estructural de la Argentina. Esta pelea se da en un momento en que el maíz vale US$ 300 la tonelada, el trigo US$ 320, la soja US$ 570 y el girasol casi US$ 700 por tonelada. Aquí hay una fuerte puja por el ingreso. El problema es que todo se parece a esas películas de cowboys que están por explotar una mina de oro y se matan entre ellos. A diferencia de otros países que son consumidores netos de alimentos, la Argentina es un gran productor. Fíjese que pese al conflicto el superávit comercial sigue siendo alto de US$ 800 millones en abril y otro tanto en mayo. Es un país con un sobrante estructural de dólares y que además tiene precios récord para los bienes que produce. Este es un conflicto que se desata en un momento que el Banco Central está repleto de dólares y en paralelo se dan los mejores precios internacionales de la historia.

FUENTE: Clarín